Desde hace años, Marie d’Argan está comprometida a descubrir los mejores ingredientes que acompañen la rutina de belleza de las mujeres. Detrás de los sublimes productos a base de argán, polvo de diamante o granadas se esconde un maravilloso cuento de hadas.
Marie d’Argan ha nacido de viajes, de descubrimientos y de una gran historia de amor. Déjate llevar por esta alquimia…
Una científica
En Essaouira, en pleno corazón de Marruecos, estudiaba Yasmine, una científica que conocía los más pequeños secretos de su tierra.
Viniendo de la ciudad, ella penetró en el corazón de las mujeres bereberes de la región para realizar sus descubrimientos.
Un encuentro
Un día, mientras ella exploraba aquellas tierras, la joven científica se sorprendió al cruzarse con Edouard, un investigador francés que se aventuraba en las entrañas de Marruecos para explorar el mundo y sus infinitas bellezas.
El encuentro de Yasmine y Edouard fue una revelación: no había duda de que el destino los había reunido y desde ese día se unieron por un amor incondicional. La pareja tenía una maravillosa vida y no sospechaba que sus días se trastocarían.
Una herencia
En las aldeas entre Agadir y Essaouira, vivían dos grandes familias marroquíes cuyas fortunas eran respetadas.
Pero un nacimiento vino a alterar el patrimonio de una de las familias y un acontecimiento improbable sucedería…
Un acontecimiento
Un día, en el mercado de Essaouira, mientras Yasmine y Edouard compraban especias, se percataron de que una mujer dejaba una canasta de donde provenía un llanto. Intrigados por la situación, la joven pareja decidió acercarse para descubrir la cara de un ángel con grandes ojos azules.
De inmediato ellos comprendieron que serían los padres de una niña… Era un regalo caído del cielo a la que llamarían Marie.
A Yasmine le sentaba muy bien el papel de madre, pero pronto resintió el cansancio y la pérdida de brillo. Fue así como la pareja decidió consagrar su energía y su tiempo en encontrar remedios para que Yasmine recuperara su luminosidad.
Un secreto
Ellos comenzaron a estudiar un árbol secreto y legendario, cuyas mujeres bereberes les habían susurrado el secreto, presente únicamente en tierras marroquíes: el árbol de argán. El aceite extraído de este árbol ancestral tenía fascinantes propiedades: regeneración, hidratación y vitaminas… Este aceite, mezclado con otros ingredientes, tenía una eficacia absoluta.
Yasmine y Edouard, conscientes de su descubrimiento decidieron hacer honor a su nueva vida de padres nombrando esa poderosa botella: Marie d’Argan.
Un descubrimiento
Este descubrimiento fue una increíble revelación para la científica y el investigador. Esta búsqueda apenas comenzaba. Instalaron su primer taller en Francia, país del arte del cosmético y más precisamente en París, la Ciudad Luz. Deseaban revolucionar el mundo de la belleza con sus eficaces métodos.
La pareja se llevó a Marie con ellos, entre Oriente y Occidente, encontraron los activos naturales con múltiples efectos: sábila, ciprés, granada, rosa de Damasco…
La búsqueda
Su amor por África se extendió por Asia y América Latina: Guaraná, Jojoba, Oro, Diamantes, ¡No había nada que se escondiera para ellos!
La expansión
Marie d’Argan no era una simple botella, se convirtió en una marca que ofrecía una gama de lujosos activos naturales para el deleite de las mujeres.
Marie d’Argan inmortaliza las virtudes de un hombre y de una mujer en busca de la excelencia al crear cosméticos de alta gama para clientes excepcionales.
Marie d’Argan inspira cada día a más mujeres en el mundo que desean conservar su luminosidad.
